PROLOGO

La verdad es que no sé como empezar. Debo a mis hijos el haber empezado ésta tarea.

Siempre que venían a comer a casa les hacía algo nuevo, para de esta manera sorprenderles.

Les hacía un postre nuevo o mejor dicho varios, así podían elegir.

De pronto un buen día se me ocurrió ponerme delante del ordenador- llorar naturalmente- puesto ni tan solo sabía ponerlo en marcha.

Tengo que agradecer a mi vecina Soraya por las tantas y tantas veces que la molesté, a mí querido cuñado Federic y a mi sobrino Eugenio, que también me enseñaron el funcionamiento del ordenador y a saber manejarlo.

Cada receta que hacía, mis nueras me daban el visto bueno y mi hija desde Houston, también.

Así es que de esta manera fui dando forma a todo aquello que recordaba haber hecho en mi cocina.

Cerca de dos años me ha costado hacer, pero el tiempo no importa si con ello soy feliz pudiendo regalar un libro como este a cada uno de mis hijos.

25 de Noviembre del 2006.

He de dar unas gracias especiales a mi hija Noemí que, desde Texas me ha estado orientando y ayudando.

LOLA BESÉ